La Covid 19 nos ha hecho extremar las preocupaciones en cuanto a la limpieza, pero no siempre se utilizan los productos más adecuados y de la forma correcta. Queremos evitar desastres en el mobiliario y las superficies sensibles, pero asegurar a la vez la protección y la desinfección contra el virus… ¿Cómo se debe limpiar entonces el mobiliario de nuestro espacio de trabajo?
El virus SARS-CoV-2, más conocido como COVID 19, está compuesto por un núcleo de proteínas, y una membrana de grasa que lo recubre. Para acabar con el virus, podemos hacerlo atacando tanto a la parte grasa como a las proteínas. Por eso, podemos utilizar productos diferentes que resultan igualmente efectivos.
Suelos y mobiliario resistente
Para limpiar los suelos y el mobiliario que no sea especialmente delicado, la lejía es sin duda el mejor aliado. Una disolución en agua en la proporción 1:50 es lo más recomendable para deshacerse del virus. Pero ¿cómo se debe llevar a cabo la limpieza?
En primer lugar, antes de desinfectar las superficies hay que quitar el polvo y los residuos ambientales que puedan tener las superficies, para que la lejía pueda hacer efecto posteriormente. Para ello, hay que utilizar bayetas desechables y tirarlas directamente a la basura después de utilizarlas. Una vez “limpias, las superficies ya se pueden desinfectar.
La lejía al igual que otros desinfectantes actúa sobre la parte del virus compuesta de proteínas, y aunque es muy efectiva, no es totalmente inmediata, su efecto tarda unos minutos en completarse. Por eso te recomendamos que no te limites a humedecer y secar rápidamente las superficies, cuando apliques la lejía deja que actúe durante unos minutos y que seque por sí misma.
Superficies delicadas y elementos electrónicos
Para el mobiliario delicado y los elementos electrónicos lo ideal es utilizar productos de limpieza específicos, que en este caso deberán llevar alcohol para asegurar su efectividad.
Las soluciones de alcohol más indicadas deben contener entre un 60-80% de este componente, no es necesario un porcentaje más alto, ya que una concentración del 80% desinfectará peor, a pesar de lo que pudiéramos pensar por sentido común.
Por otro lado, las disoluciones en alcohol tardan menos tiempo que la lejía en hacer efecto, en un minuto tendremos los elementos desinfectados.
Los textiles
Los textiles como las alfombras, las cortinas, los cojines, pufs, o elementos decorativos se pueden lavar con jabón y en mojado, nunca en seco. En este caso estaremos atacando a la parte grasa del virus, por ello es necesario que haya fricción para asegurar los buenos resultados. Lo más recomendable es lavar los textiles a una temperatura de 60 grados o superior, y no sacudir los elementos antes de introducirlos en la lavadora.
Lo que nunca se debe hacer
Si quieres asegurar una buena limpieza y evitar riesgos tanto para la salud como de ineficacia de los productos, no los mezcles. Son muy habituales las intoxicaciones por mezclar lejía con amoníaco, con vinagre, y con otros productos. Los experimentos mejor en el laboratorio.
Dónde se debe insistir
Hay partes y elementos de la oficina que son manipulados con mucha más frecuencia que otros y por mucha gente diferente, y por tanto necesitan una desinfección extra, incluso varias durante el día.
Es el caso de los pomos de las puertas, los tiradores de los cajones, los botones del ascensor, etc. De hecho, los dispositivos comunes, como las impresoras, ordenadores, cafeteras u otro tipo de elementos deben desinfectarse cada vez que una persona las utilice.
Ya sabes cómo desinfectar correctamente el mobiliario de tu espacio de trabajo dependiendo de las características tanto si utilizas lejía, jabón como alcohol, lo más importante es que la limpieza se haga a fondo y de manera regular.
#ParaGenteQuePiensayViveDiferente
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