Los parámetros de diseño del sistema de aislamiento acústico del presente estudio se realizarán tomando como referencia las condiciones más restrictivas de las mencionadas en la legislación que es de aplicación para el caso que nos ocupa.
El ruido que se genera en una actividad como la que estamos evaluando puede tener distintas naturaleza. A continuación se van a describir las distintas fuentes de ruido que puede tener la actividad según la naturaleza de éste:
El ruido aéreo es aquel que se transmite a través del aire y se produce dentro de un local emisor debido a las fuentes de ruido que se encuentran dentro de él. El ruido aéreo son ondas sonoras que se propagan a través del aire, cuando éstas chocan con los cerramientos del local emisor, se pueden producir tres efectos distintos. Uno de ellos es que la onda que impacta con el cerramiento rebote y se produzca el efecto de reflexión (onda reverberada).
Otro es que el cerramiento absorba la onda incidente, en este caso se transforma la energía acústica en forma de calor. Y el último efecto, que es el que nos interesa, es que se transmita la onda a través del cerramiento. En este último efecto, al incidir la onda sobre el cerramiento se produce unas fuerzas normales que provocan en los cerramientos movimientos vibratorios que hacen que la onda se transmita al recinto receptor.
Por lo tanto, a la hora de diseñar un sistema de aislamiento acústico se tendrá que tener en
cuenta que éste sea capaz de absorber al máximo la energía acústica que incide sobre él, con el fin de que se transmita el mínimo de energía acústica.
Las principales fuentes de este tipo de ruido para el tipo de actividad sometida a estudio pueden ser:
- Ruido de las personas.- Ruido producido por la conversación y aplausos de las personas.
- Maquinaria.- Ruido producido por el funcionamiento normal de la maquinaria (elementos
de extracción y/o ventilación del local, etc.).
- Aire Acondicionado.- Ruido producido por la unidad interior de aire acondicionado.
- Música en directo.- Sonido producido por las actuaciones o ensayos de los músicos.
No obstante, cumpliendo con los condicionantes normativos anteriormente expuestos, se
supondrá que el nivel de emisión de ruido aéreo de la actividad se supondrá en 104 dBA para el cálculo de los aislamientos.
El ruido de impacto se origina al producirse un impacto, un choque o una colisión sobre un
cerramiento o un elemento estructural, que hace que el elemento en cuestión entre en vibración, y por lo tanto, se transmita el ruido al recinto receptor. Este tipo de ruidos son de muy corta duración y se transmiten con mucha facilidad por elementos constructivos adyacentes. Debido a la facilidad de propagación que tiene este tipo de ruido, cabe la posibilidad que pueda aparecer en locales a gran distancia de su origen.
Por lo tanto, a la hora de diseñar el sistema de aislamiento a ruido de impacto, se tendrá que tener en cuenta, que se tiene que disminuir al máximo la vibración del elemento constructivo y además desolidarizar lo máximo posible las uniones entre elementos contractivos.
Las principales fuentes de este tipo de ruido para el tipo de actividad sometida a estudio pueden ser los taconeos, la caída de objetos, el arrastre de sillas, la carga y descarga de elementos de grandes instrumentos, golpes,… Por lo tanto, el cerramiento más propenso a las transmisiones de ruido de impacto suele ser el suelo, por ello, se tratará de una forma especial.
Las vibraciones se producen cuando un elemento vibratorio como puede ser cualquier
maquinaria se encuentra en contacto directo con un cerramiento o un elemento estructural, ya que transmite la vibración al parámetro constructivo, y, en consecuencia, se trasmite ruido al recinto colindante.
Por lo tanto, a la hora de diseñar el sistema de aislamiento a ruido de vibraciones, simplemente se tendrá en cuenta que no se encuentre ningún tipo de maquinaria en contacto directo con los cerramientos o elementos estructurales, evitando así la transmisión estructural del sonido.
En el caso que nos ocupa los límites de aislamiento acústicos exigidos por la Ley 7/2002, de 3 de Diciembre, de la Generalitat Valenciana, de Protección contra la Contaminación Acústica, vienen dados por los niveles sonoros máximos que se pueden transmitir a locales colindantes.
Para el caso más restrictivo, se exigen unos niveles de ruido máximos de 60 dBA durante la noche.
Los niveles sonoros máximos que se pueden transmitir durante el desarrollo normal de la
actividad a los locales colindantes y al exterior se resumen a continuación:
- Camerinos: 40 dBA (por analogías a despachos profesionales)
- Aseos: 40 dBA (por analogía a zonas comunes edificio)
- Pasillos: 40 dBA (por analogía a zonas comunes edificio)
- Despacho: 40 dBA
- Almacenes: 45 dBA (por analogía a bares y establecimientos comerciales)
- Foyer: 40 dBA (por analogía a zonas comunes edificio)
- Salas de ensayo: 40 dBA (por analogía a salas de concierto)
- Sala de música: 40 dBA
- Exterior: 55 dBA
Todos estos valores se han sacado según los condicionantes normativos que le son de aplicación a la actividad, siempre empleando los límites correspondientes al horario nocturno por ser el peor de los casos.
Para cumplir las exigencias de los niveles sonoros máximos que se pueden transmitir a locales colindantes, establecidas por la Ley 7/2002, de 3 de Diciembre, de la Generalitat Valenciana, de Protección contra la Contaminación Acústica.
El diseño de salas destinadas a la interpretación musical es, sin lugar a dudas, el más complejo desde el punto de vista acústico. Por una parte no existen fórmulas magistrales que puedan garantizar a priori la calidad acústica de una sala y por otra parte cada tipo de música requiere un recinto con unas características acústicas específicas y diferenciadas.
A lo largo de las últimas décadas se han hecho importantes esfuerzos encaminados a relacionar las valoraciones subjetivas sobre la calidad acústica de una sala con una serie de parámetros objetivos (físicamente medibles). Aunque en la actualidad todavía nos hallemos lejos de conseguir una perfecta correspondencia entre lo objetivo y lo subjetivo, el progreso en este sentido es notorio.
Por otra parte, el margen de valores recomendados para cada parámetro no se ha establecido como fruto de profundos estudios matemáticos, sino que se ha fijado siguiendo un proceso totalmente empírico. Tal proceso ha consistido en analizar un numeroso conjunto de salas de conciertos de todo el mundo y en determinar los valores de sus parámetros acústicos más representativos. Los valores correspondientes a aquellos recintos considerados unánimemente como excelentes desde un punto de vista acústico han sido los elegidos como patrón para el diseño de nuevas salas.
El éxito en el diseño no radica sólo en lograr que tales valores se hallen dentro del margen
deseado, sino en que ello ocurra en todos los puntos de la sala, es decir, en que exista una
uniformidad del sonido. Un oyente ubicado en un punto cualquiera de la sala recibe dos tipos de energía acústica.
Estas dos contribuciones del sonido, se denominan sonido directo y sonido reverberado. Se define sonido directo a aquél que le llega al oyente directamente desde el foco sonoro sin ningún tipo de interferencia y el sonido indirecto o reflejado al originado como consecuencia de las diferentes reflexiones que sufre debido a las características geométricas de la sala.
Debido a las características de uso de la sala, definida como sala musical, se busca la mayor adaptación posible para condiciones musicales.
Para evaluar un recinto cerrado, hay que estudiar qué parámetros son fundamentales para una buena audición musical. A continuación se detallan algunos parámetros básicos a tener en cuenta para su diseño:
- Tiempo de Reverberación (Tr)
- Claridad musical (C80)
- Calidez acústica (BR)
- Sonoridad (G)
- Eficiencia lateral (LF/LFC)
- Intimidad
- Early decay time (EDT)
La existencia de primeras reflexiones en un punto cualquiera, produce un aumento de
inteligibilidad (comprensión del mensaje oral) y sonoridad. Existen parámetros para medir la
respuesta global de la sala, tales como la calidez y el brillo, el Early Time Decay (EDT) o factores dependientes de las dimensiones o geometría de la sala que pueden provocar efectos indeseados en la uniformidad del sonido, mediante ecos, focalizaciones o modos propios.
No obstante, los tres parámetros fundamentales para una buena audición musical son: claridad, reverberación e impresión espacial.
La alta calidad sonora de los anfiteatros clásicos sentó la base de los principios acústicos de los auditorios contemporáneos. Las nuevas tecnologías permiten un estudio pormenorizado del diseño acústico. Por ejemplo, la geometría del auditorio puede adaptarse al tipo de arte escénica con elementos móviles.
Las tipologías de auditorios son muy variadas, desde las salas de ópera a los teatros flexibles, cada espacio una requiere unas condiciones únicas. El volumen y la forma del auditorio tienen una relación directa con las necesidades acústicas, particularmente en cuanto al tiempo de reverberación del sonido.
Ciertos espacios multiuso tienen que poder modificarse para funcionar tanto como salas de conciertos, teatros musicales o auditorios para espectáculos acústicos en vivo, por lo que deben configurarse explícitamente con divisiones que permitan alterar el volumen y tener unas condiciones acústicas variables capaces de adaptarse a diferentes tipos de rendimiento. La acústica deficiente en un auditorio da lugar a cacofonías con sonidos y conversaciones ininteligibles. Estos problemas también pueden producir un efecto de oclusión sonora donde el público percibe una versión de eco hueco de su propia voz.
La acústica del auditorio funciona como una combinación equilibrada entre absorción y difusión. La pared posterior del espacio debe tratarse con materiales absorbentes para reducir la reverberación excesiva, mientras que un exceso de absorción puede eliminar el ambiente envolvente que se pretende en las salas de conciertos. Para contrarrestar este efecto, las paredes laterales se tratan con materiales difusivos, lo que dispersará los sonidos sobrantes, reducirá el eco de caídas desde las paredes paralelas y mantendrá una reverberación de sonido adecuada.
Los sistemas acústicos modernos de última generación ofrecen una increíble precisión que permite atribuir unas cualidades sonoras a salas con geometrías de bajo rendimiento, como puede ser un simple paralelepípedo. Esta forma de habitación larga, alta y estrecha proporciona reflejos laterales inmediatos que acentúan el efecto de reverberación envolvente del sonido. A través de estudiadas superficies reflectantes en ambos lados del espacio se pueden aumentar las reflexiones laterales y optimizar la calidad del sonido.
Los materiales empleados en los techos deben ser acústicamente duros y convexos para proporcionar reflexiones de sonido. Los reflectores acústicos son paneles suspendidos que tienen un ángulo estratégico para reflejar las ondas en la parte posterior. La madera de teca con acabado mate y los paneles de fibra son materiales con excelentes cualidades, su naturaleza reflectante permite inducir la amplitud del sonido y por eso suelen formar parte de los techos acústicos.
Los coeficientes de absorción de los asientos contribuyen también significativamente a la acústica del auditorio. Los parámetros acústicos incluyen la densidad de las espumas que absorben el sonido, la calidad del tejido de la tapicería, los orificios de ventilación y la estructura del asiento.
La combinación de estas estrategias permiten diseñar espacios funcionales, contemporáneos y flexibles. La arquitectura es siempre un equilibrio entre forma y función. Cuando la técnica y la creatividad se unen, el resultado es una arquitectura de calidad única.
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